Siempre mujer

Hoy, 8 de marzo 2022, en el día de la mujer trabajadora, deseo compartirles este tema fotográfico de mi autoría dedicado a todas las mujeres anónimas que poblamos este mundo sin bajar los brazos jamás.
Siempre mujer
Todas nosotras, las mujeres que formamos parte de la mitad del mundo, mujeres anónimas... así, con mayúsculas.. MUJERES... simplemente, mujeres. Mujeres en lila… Mujeres en verde… Mujeres en celeste… Mujeres en rosa y también en carmín.
que ocupamos diferentes roles en nuestros respectivos lugares, ya sea como amantes, como madres, maestras o cualquier otro que nos convoque
que pese a la frustración, la tristeza que nos embarga cuando nos sentimos vencidas por las diferentes adversidades que debemos afrontar
siempre continuamos, firmes, con nuestras actividades dispuestas a vencer.
Y persistimos en nuestras luchas
Sin darnos nunca por vencidas,
Sin Claudicar,
Sin bajar los brazos ¡jamás!
Y seguimos siempre adelante con un solo grito desde lo más profundo de nuestro ser:
El de... No Claudicar.
Nadie dijo que fuera fácil. Hay que tener valor y coraje en la vida, no solo para enfrentarse al mundo, sino también para enfrentarnos a nosotras mismas que es la más difícil de todas las contiendas, para cambiar, transformar, comprometerse… (Daisaku Ikeda)
Que todas tengamos un excelente día de reflexión. No te olvides de ser feliz

Había una vez una simple mujer llamada Sirc

                                               Había una vez una simple mujer llamada Sirc.

Le gustaba dormir bajo las estrellas,

caminar descalza,

sentir bajo sus pies la tierra húmeda,

mirar el horizonte,

fundirse con el sol,

envidiar a la luna,

bañarse en el rio,

jugar a la rayuela con el viento

anhelar una caricia

subir a la copa de  los árboles

y en una horqueta de brazos  gruesos y firmes

 recostarse a saborear una naranja y  a leer El eternauta.

Había una vez  una simple  mujer

Sirc…

¿Era solo eso?...

Sirc lo tenía todo.

Sobre sábanas blancas

amaba y  era amada

sin culpas,

sin prejuicios,

sin miedos.

Papel de estraza, limpio y perfumado

como un fino mantel en filigrana bordado,

en inequívoco símbolo de su dignidad de vida

cubria su mesa.

Un trozo de pan de campo

compartía con sus amigos,

una jarra de agua fresca

calmaba la sed del que tocaba su puerta,

y en aquel rincón cercano a su ventana,

un florero...

un florero de líneas simples y tranquilas como su espíritu,

con grandes girasoles

que todas las mañanas le enseñaban a adorar al sol.

Sirc asegura, aún hoy, que no conoce la pobreza…

que así de simple es la vida.

Ĉu?... Kiu scias? Vos mondo! Kion vi devas diri? ... Ĉu?

¿Quién lo sabe?... ¡Vos sos el mundo! ¿Qué tenés para decir?...

¿Será verdad?


¿Quién lo sabe?... ¡Vos sos el mundo! ¿Qué tenés para decir?

Frase en esperanto, considerado idioma universal


  1.                    Había una vez  una simple mujer llamada Sirc

Autor; Cristina Leiva

Escritora argentina

Narradora de sentimientos y emociones

La desnuda noche

La noche desnuda

esconde pudorosa

tras la lomada

su ansiedad amorosa

y espía a la fría luna

¡Que luna!

¡A la fría luna ella espía!

 

La luna, lunita luna

antediluvianas historias

de rutas desconocidas

 de besos,

y te quiero,

y caricias,

Ilumina.

 

 

Dorados secretos de juvencia   

en su senectud recuerda,

habitantes de un hueco perdido

en los ventrículos sufridos

de un viejo corazón partido

y como siempre va intentando

superar la ausencia, y no puede,

romántica, la noche, a una reflexión accede:

“Continuamente el tiempo

 con silenciosos pasos

abre sus pensamientos

convocando al pasado.”

 

 

Y ya con la mente fresca

y con el primer lucero

la noche desnuda,

la desnuda noche,

con un manto de estrellas

Comienza a arroparse.

 

¡Que derroche de estrellas

que fue la antenoche

cuando la pudorosa noche

salió de la lomada

vestida de luminoso

terciopelo azul francia

y por un sequito de cometas

de larga cola escoltada,

y sin importar distancias

invitaba a festejar, sin prudencia

con brillantes luces y danzantes astros

la gran audacia que tuvo

de salir de la lomada.



La desnuda noche

Autor; Cristina Leiva

Escritora argentina

Narradora de sentimientos y emociones

 

Aprendi a volar.

Malaventurados los días
y  las noches despobladas de sueños.
En el horizonte, solo la bruma,
la bruma sin espacio, sin tiempo.

Navegué por mis rios
Braceé por mis venas,
afondé en mis oscuridades
abismé en la cima y la llamé.

Solo ella, la niña, mi niña interior
que encontré agazapada
prisionera de mis miedos
en el fondo  de mi mar
me tendió la mano, ofrendó sus globos
pletóricos de color, de esperanzas, de valor
y entonces si,  me elevé por mil caminos;
entonces si,
sin viento, sin alas,
sin pompas de jabón
ni burbujas dibujadas en hojas de papel
aprendi a volar.
Aprendi a volar.

Tal vez quieras oirlo


Aprendí a volar

Cristina Leiva. Cris, Lacarancha

Utopía distópica

Buscando esperanzados un nuevo mundo utópico
y ante el fragor de un diluvio distópico
de coronas majestuosas virósicas mocosas tososas
de afiebrados desabrazos desbesasos,
destrechados y deshechos
invocan desde Ziusudra a Fernandez
quienes coinciden en atemporal concepto
y tras estruendosos estornudos contenidos escondidos
y antebrazos distanciados,
de pie frente al micrófono dicen:
“…escuchen mi palabra
oigan mis instrucciones
un diluvio distópico
de soberanas coronas majestuosas virósicas mocosas tososas
de afiebrados desabrazos desbesasos,
destrechados y deshechos
se hospedará en sus moradas
en sus centros religiosos,
no se apiadará del congreso
ni de casas rosadas ni blancas, ni palacios
ni castillos ni ranchos de adobe y paja
destruyendo toda savia, semilla, semen,
germen, simiente de sociedad…”
es por eso que invito
a descoronar, a descoronar, a descoronar.
No esperemos que pase la borrasca.
Ahora, ¡ya!
preparémonos a descoronar,
a descoronar, a descoronar.
que no quede nadie afuera
para salvarnos juntos, todos,
que cuando pase el vendaval
tomaremos las calles,  beberemos el sol,
inundaremos los cielos de esperanzas, de sonrisas,
de alegría, de verdor
celebrando el nacimiento
de ese yo nuevo gestado en la introspección,
en el encuentro con uno,
en la contienda feroz que ganó la reflexión
y comprender el por qué nuestros herederos
esparcirán la leyenda por todos los siglos
gritando con apasionado orgullo :
Hemos descoronado las soberanas coronas
majestuosas virósicas mocosas tososas
de afiebrados desabrazos desbesasos,
destrechados y deshechos¨:
Somos descendientes de los que se salvaron juntos...todos.

Lo quieres escuchar?

Utopía distópica
Cristina Leiva - Cris, Lacarancha
Poema inspirado en la lucha de nuestro presidente Alberto Fernandez
 y a el dedicado con mucho cariño , admiracion y respeto 
 en el dia de su cumpleaños: 02-04-2020

Pañuelitos habladores


El multifacético contenedor de mocos, de lágrimas, de galantería, de conquista y de compromiso político-social, pequeño cuadradito de tela llamado pañuelo lleva en su urdimbre entretejida con colores, todo el paso del tiempo y la evolución.

Desde las épocas más remotas en que las mujeres sometidas a la invisibilidad, sin derecho a opinar ni a leer ni a pensar ni a nada, desde una punta a la otra del mundo, nacía allá, en china, por el siglo XIX  desde la provincia rural de Hunan ,el Nü Shu, un tipo de escritura fonética secreta y exclusiva de las mujeres que se transmitía en pañuelos o abanicos de seda, y desde entonces a la fecha fue tomando cada vez más protagonismo convirtiéndose en una muda herramienta de lenguaje mundial, diciendo muchas cosas sin hablar, definiendo a quien lo porta, tomando partido sobre diferentes hechos políticos y sociales, solo usando un pañuelito de color como portada.

Así tenemos a las madres y abuelas de plaza de mayo, aquellas viejas locas con su característico y amado pañuelo blanco con que cubren sus cabezas  expresando con ellos su lucha durante más de 40 años por la recuperación de hijos y nietos, los pañuelos con los colores del arco iris, protagonistas en las Marchas del Orgullo LGBTIQ(Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales y Queer), con los que celebran las diferencias y el respeto al otro, se reclaman derechos y se visibilizan problemas de las minorías.

Todos recordaran el gran debate brindado hace muy poco en nuestra sociedad, la titánica contienda entre dos ideas: pañuelos celestes expresándose en contra del aborto bajo el lema “ salvemos las dos vidas y pañuelos verdes en su lucha a favor del derecho al aborto legal, seguro y gratuito para que nosotras, las mujeres seamos dueñas de nuestros propios cuerpos y podamos acceder a centros hospitalarios siendo atendidas con el cuidado y el respeto que todo ser humano merece para no morir en la clandestinidad.

En este reconto de pañuelos y colores también está el  naranja que simboliza al deseo de quien lo usa sobre la separación entre iglesia y estado, el violeta que se identifica desde siempre con las luchas feministas contra la violencia de género y si es morado, a la igualdad de género por formarse este color con el rosa y el azul tradicionalmente asociado a las mujeres y hombres respectivamente.

Con el pañuelo rojo se reclama al gobierno una nueva ley de adopción exigiendo que se acabe con la burocracia y que se agilice dicho trámite; los pañuelos negros los usan los que atraviesan un gran dolor como el fallecimiento de un ser querido o alguna catástrofe con muchos muertos que afecte a la comunidad, sea donde sea, grande o pequeña.

Este año, el 24 de marzo 2020 y a 44 años del golpe militar se conmemoró  el día de la memoria en pleno aislamiento social voluntario en el que no pudimos expresarnos en las calles como lo hacíamos habitualmente y entonces, los pañuelos blancos hablaron engalanando balcones, ventanas y muros a lo largo de nuestro país para que todos sepan que aun quedándonos en casa, nuestra memoria permanece fresca, viva, más pujante que nunca y siempre atenta para no permitir jamás  un nuevo avasallamiento institucional.

Por lo tanto, si me cruzo contigo por las calles y ves que anudo en mi muñeca un pañuelo verde, violeta, naranja o blanco, sin saber siquiera mi nombre estarás seguro o segura del colectivo en que voy.

Cuando hablan los pañuelos
Cristina Leiva - Cris, Lacarancha



Revivir


Ante el incesante paso de los años, egoístamente, he
olvidado vivir.
.
No he tenido en cuenta el tiempo transcurrido que poco a poco desgajaba mi alma, mis sentidos, mi corazón, dejándome como un árbol caído por el que ya no fluye la savia nutritiva y dulce que lo hace reverdecer, hasta que, como una refrescante lluvia en primavera, llegaste ante mi haciéndome vivir una nueva floración.

Aprender a Volar - Patricia Sosa (Subtitulado)
Revivir
Cristina Leiva - Cris, Lacarancha

Esa noche estrellada


Con cada prenda que resbala de mi cuerpo cae el velo de mi pudor e íntimas caricias se apoderan de mi mente y mi voluntad impidiéndome pensar.

Con tu primer beso, tus manos recorren mi cuerpo y corrientes de hormonas desenfrenadas invaden mi espíritu despertando mil deseos.

Amparados en las sombras de esa noche estrellada, la pasión, mezcla de desenfado y placer, nos une una y otra vez en un orgasmo huracanado llevándonos al infinito.

Después, lasitud…calma…serenidad.


Esa noche estrellada

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Esa noche estrellada
Cristina Leiva - Cris. Lacarancha