Pañuelitos habladores


El multifacético contenedor de mocos, de lágrimas, de galantería, de conquista y de compromiso político-social, pequeño cuadradito de tela llamado pañuelo lleva en su urdimbre entretejida con colores, todo el paso del tiempo y la evolución.

Desde las épocas más remotas en que las mujeres sometidas a la invisibilidad, sin derecho a opinar ni a leer ni a pensar ni a nada, desde una punta a la otra del mundo, nacía allá, en china, por el siglo XIX  desde la provincia rural de Hunan ,el Nü Shu, un tipo de escritura fonética secreta y exclusiva de las mujeres que se transmitía en pañuelos o abanicos de seda, y desde entonces a la fecha fue tomando cada vez más protagonismo convirtiéndose en una muda herramienta de lenguaje mundial, diciendo muchas cosas sin hablar, definiendo a quien lo porta, tomando partido sobre diferentes hechos políticos y sociales, solo usando un pañuelito de color como portada.

Así tenemos a las madres y abuelas de plaza de mayo, aquellas viejas locas con su característico y amado pañuelo blanco con que cubren sus cabezas  expresando con ellos su lucha durante más de 40 años por la recuperación de hijos y nietos, los pañuelos con los colores del arco iris, protagonistas en las Marchas del Orgullo LGBTIQ(Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales y Queer), con los que celebran las diferencias y el respeto al otro, se reclaman derechos y se visibilizan problemas de las minorías.

Todos recordaran el gran debate brindado hace muy poco en nuestra sociedad, la titánica contienda entre dos ideas: pañuelos celestes expresándose en contra del aborto bajo el lema “ salvemos las dos vidas y pañuelos verdes en su lucha a favor del derecho al aborto legal, seguro y gratuito para que nosotras, las mujeres seamos dueñas de nuestros propios cuerpos y podamos acceder a centros hospitalarios siendo atendidas con el cuidado y el respeto que todo ser humano merece para no morir en la clandestinidad.

En este reconto de pañuelos y colores también está el  naranja que simboliza al deseo de quien lo usa sobre la separación entre iglesia y estado, el violeta que se identifica desde siempre con las luchas feministas contra la violencia de género y si es morado, a la igualdad de género por formarse este color con el rosa y el azul tradicionalmente asociado a las mujeres y hombres respectivamente.

Con el pañuelo rojo se reclama al gobierno una nueva ley de adopción exigiendo que se acabe con la burocracia y que se agilice dicho trámite; los pañuelos negros los usan los que atraviesan un gran dolor como el fallecimiento de un ser querido o alguna catástrofe con muchos muertos que afecte a la comunidad, sea donde sea, grande o pequeña.

Este año, el 24 de marzo 2020 y a 44 años del golpe militar se conmemoró  el día de la memoria en pleno aislamiento social voluntario en el que no pudimos expresarnos en las calles como lo hacíamos habitualmente y entonces, los pañuelos blancos hablaron engalanando balcones, ventanas y muros a lo largo de nuestro país para que todos sepan que aun quedándonos en casa, nuestra memoria permanece fresca, viva, más pujante que nunca y siempre atenta para no permitir jamás  un nuevo avasallamiento institucional.

Por lo tanto, si me cruzo contigo por las calles y ves que anudo en mi muñeca un pañuelo verde, violeta, naranja o blanco, sin saber siquiera mi nombre estarás seguro o segura del colectivo en que voy.

Cuando hablan los pañuelos
Cristina Leiva - Cris, Lacarancha



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