Un
año más y ¿van?... no se… dicen que 41.
Quizás ya no recuerde exactamente cuántos años pasaron desde aquel 21 de
setiembre pero mi piel, tiene memoria mis ojos tienen memoria las cicatrices
dejadas en los cuerpos indefensos tienen memoria la ausencia, tiene memoria.
¡La
puta madre este dolor que aun siento!
La
desesperanza cotidiana, en un intento de sobrevivencia se viste de verde y jamás olvida susurrarme al oído -“la
justicia llegará”.
Esta
interminable espera tiene memoria y aun duele, ¡Vaya que duele!
Mi
Memoria siempre evoca el pelo largo de mis compañeros del colegio y los
delantales cortos de mis compañeras. Cortar el pelo y bajar los ruedos parecían
ser la simple formula de algunos adultos de antaño para cuidar la moral, el
honor y las buenas costumbres pueblerinas.
Claro que mi memoria, mi mejor valor, también recuerda
risas, amistades inolvidables, amores,
besos, canciones que alentaban nuestras ganas de luchar; mi memoria me recuerda
siempre, siempre, aquellos principios y valores, utopías que le dicen, utopías
de chocolate bañadas de esperanzas y de
colores cálidos, vibrantes como nuestra juventud, eran metas incubadas por el
sol.
Estábamos
tan seguros que haríamos un mundo más justo, y después, no fue, no sé lo que
paso, ¿O si lo sé?
Si seguro que lo sé porque ella, mi memoria,
también me recuerda el miedo, el terror que sentía por las noches al escuchar
los cascos de caballos de la montada contra el empedrado de la calle
Chacabuco,
allá por el 75... en Tucumán... y también cuando mi madre dijo:
¡No te quiero héroe... te quiero VIVO!, en un
desgarrador aullido.
Mi
memoria me recuerda que aquel día dije ¡Basta!,
y después de ese ¡Basta!,
lloré… y lloré… y lloré hasta hacerme pequeñita nuevamente y aun hoy, en que no
recuerdo bien cuantos años pasaron, intuyo que siempre tendré esa duda
lacerante y cruel que mantiene mi alma en constante inquietud, en ese grito silencioso ya pero profundamente
desgarrador y me sigo preguntando una y mil veces sin encontrar respuestas: por
qué… por qué... por qué...Y aun espero
Reflexiones de mi memoria
24-03-17
Cristina Leiva - Cris, Lacarancha
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