Con cada prenda que resbala de mi
cuerpo cae el velo de mi pudor e íntimas caricias se apoderan de mi mente y mi voluntad impidiéndome pensar.
Con tu primer beso, tus manos recorren mi cuerpo y corrientes
de hormonas desenfrenadas invaden mi espíritu
despertando mil deseos.
Amparados en las
sombras de esa noche estrellada, la pasión, mezcla de desenfado y placer, nos
une una y otra vez en un orgasmo huracanado llevándonos al infinito.
Después, lasitud…calma…serenidad.
Después, lasitud…calma…serenidad.
Esa noche estrellada
Tal vez quieras escuchar esta brevedad
Esa noche estrellada
Tal vez quieras escuchar esta brevedad
Esa noche estrellada
Cristina Leiva - Cris. Lacarancha
Tu texto demuestra, Cris, que efectivamente, el cerebro es el órgano sexual más grande de nuestro cuerpo. Y en tus letras se unen imaginación y recuerdos de manera espléndida, excelente!
ResponderEliminarbuenos dias efrain. muchas gracias por pasar y comentar. es cierto que el cerebro influye muchisimo en nuestra sexualidad, aunque no se si este será el organo sexual mas grande, creo que todo nuestro cuerpo, cada tramo de nuestra piel esta dotado de registrar deseos y sensaciones además del cerebro pero, claro esta, te doy la razón, ya que todo depende de la situacio. nmira, por ej. en caso de personas con debilidad mental, cuyo cerebro no funciona, creo yo, de la misma manera, tienen, muchos de ellos, alta carga de sexualidad. yo pienso que es porque la misma piel tiene registro y nos habla, sacando claro está, los componentes hormonales que funcionan independientes de nuestro cerebro.
Eliminar